Tal como lo indica el título, esta es nuestra primera
presentación basada en un fan fic de nuestra querida Jocasta-Sama (La tríada de
los vengativos). Es una adaptación hecha a 6 manos más dos. Para leer este fic
pueden visitar directamente el espacio de Jocasta-Sama (recuerden que es La tríada de los vengativos) y leer más de sus
sexies escritos ;3 La introducción es idea de nuestro querido Milo; recuerden
que la “presentación” se realizó en un chat por lo cual se mantiene su forma
original (con la única edición de los colores y las negritas) solo que sin las
intervenciones de los demás users. Enjoy!
Milo¦ (( - se abre el telón.
Escenario: Explanada de Santuario, poco despues del mediodía-))
Milo¦ - va descendiendo de la escalinata,
sin mucha prisa, vestido con la habitual ropa de entrenamiento y una sonrisa
despreocupada. Había arribado a los dominios del Carnero atendiendo a su
peticion-
Mu¦ Ha llegado -permanecía de pie, recargado contra
una pared, al lado de la entrada de su propio templo, yacía con expresión
serena en el rostro; ojos cerrados y brazos cruzados; al sentir el cosmos del
espartano, sonrió con satisfacción, solo esperando a que éste llamara a la
puerta-.
Milo¦ Muy buen día, Mü
- Sonríe en su usual manera encantadora apenas acorta la distancia entre ambos,
apartando un fleco rebelde de su melena, para despejarse la frente- ¿Y
a que debo la premura de tu llamado? Hay algo en lo que pueda ayudarte?
Mu¦ Buen día para ti también, Milo -sonrió con
amabilidad, al fin abriendo los ojos para mirarle de pies a cabeza-. Lamento
si interrumpí algo, ¿te gustaría pasar? -se apartó de la pared,
abriendo las puertas de un ligero empujón, sin dejar de sonreír mientras le
indicaba la entrada, aunque no era necesario, el espartano ya había estado ahí
varias veces antes-.
Mu¦ No es la gran cosa -comenzó a hablar,
aparentemente tranquilo mientras cerraba la puerta detrás del escorpión-.
Mu¦ Ponte cómodo, por favor, necesito tu opinión para un par de
asuntos -suspiró, tratando de no sonar con amargura, indicándole que
adoptara asiento en su sala-.
Milo¦ - Pasa al recinto del lemuriano,
con tranquilidad marcada en sus movimientos; incluso se estira un poco- Muchas
gracias, Bélier. -refiriendose al Carnero con aquel apodo, familiar, pero que no
le faltaba al respeto.- No te preocupes. Sin mucho que hacer en Santuario siempre estoy
disponible - toma asiento en una de las sillas del sitio.-
Mu¦ Me alegra saberlo, me sentiría culpable si te interrumpiera en
algo importante, es por eso que -carraspeó- haré
que valga la pena... ¿Bordeaux? -se quedó de pie, a su lado, avisando que
estaba por girarse en dirección a la cocina- Anoche recibí una visita de Camus
y, me trajo una botella como regalo. Vaya, qué atento.
Milo¦ - alza una ceja ante las palabras
de Mü - Por favor. - asiente con un gesto sereno.- Pues mira que es
atento... al menos contigo. Conmigo se limita a anunciarse cuando va a pasar mi
recinto y no más. Ya no me sorprende - se alza en hombros,
con indiferencia- Siempre ha sido asi.
Mu¦ Es un hombre educado, debo decir -le miró de
reojo mientras se giraba-, pero ponte cómodo por favor, ya
vuelvo -negó con la cabeza mientras se alejaba, con pasos,
aparentemente relajados, hacia la cocina, donde ya tenía preparada la botella y
una par de delgados, pero firmes vasos de cristal.- Huh...
Será divertido -musitó para sí mismo mientras abría la alacena, buscando un
pequeño paquete- Con.. Una, dos quizá...
Camus¦ -Llevaba ya un buen rato tratando
de concentrarse en su lectura, una novela ficticia y clásica griega, más no
podía; esperaba el llamado del lemuriano; pero el atraso seguramente no era su
culpa, sino la del espartano, que siempre era impuntual.-
Milo¦ Lo es. Pero sabes que su
línea de cortesía es bastante complicada. No se sabe nunca cuando le estas
fastidiando. Si al menos aprendiera a mover siquiera ese par de cejas, tratará
de entenderle mejor. - menciona aquello con soltura, aunque sin acritud-
Mu¦ "Tranquilo, Camus, estoy en eso"
-seguía sonriéndo, mientras sacaba un par de sedantes y los colocaba en el vaso
de su invitado con tranquiidad- Funcionaron con Aioria
la vez que lo desintoxiqué, funcionarán esta vez -comenzó a
vertir el Bordeaux en el vaso, con gracia, esperando paciente a que se
disolvieran los sedantes-.
Mu¦ -Una vez que hubo comprobado que ya no hubiera rastros visibles
de la sustancia, llenó su vaso también, tomó ambos entre sus manos y caminó de
vuelta adonde el susodicho se encontraba.- Ah, Milo, eres
impaciente, tan impaciente como cuando llegaste -rió, tomando asiento
a su lado mientras le ofrecía el vaso-.
_Shaka_¦ -Se encontraba cerca del Caballero
de Acuario meditando. Sus ojos cerrados como siempre y su acostumbrada posición
le permitían "ver" en cierta forma lo que ocurría en la Casa del
Carnero. Estaba tranquilo esperando a un llamado con total calma; sin
exasperarse ni insistir-.
Milo¦ - toma el vaso, sonriente- Ya
sabes. No soy capaz de estar enclavado en un solo lugar más de cinco minutos.
- alza el vaso, espacriendo un par de gotas al aire, emulando la "libacion
a los Dioses"- Por eso el venir a visitarte es algo que me es absolutamente
entretenido
Milo¦ - luego, lleva el vaso a sus
labios, apurandolo cual si de agua simple se tratase. Aunque a medio beber, lo
aparta, haciendo un ademan.- ...uhm..?
Milo¦ - pasa la lengua por sus labios,
sopesando el sabor-... ¿Sabes que? - inicia a hablar, con gesto de
intriga-
Mu¦ -Sonreía radianete, con los ojos entrecerrados, imitando los
actos del espartano, y también se llevó el vaso a los labios.- Por
Atenea -dijo con tranquilidad, y mientras daba el primer sorbo, miraba
al aespartano con detenimiento.-
Mu¦ -Ampliaba su sonrisa conforme comprobaba que los sedantes
hacían efecto casi instantáneo. Se retiró el vaso de los labios, tomó una
servileta y, se limpió los mismos con gracia.- Ah, estoy seguro
que Camus pensó en ti cuando me trajo la botella.
Mu¦ Yo no estoy muy acostumbrado a beber -hablaba
con calma, la misma con la que lo miraba-. Debe ser una reserva muy
especial, y me alegra compartirla contigo.
Mu¦ *radiante
Milo¦ Seguramente... -
olvidó lo que iba a mencionar, aunque el sabor de licor le había antojado un
poco diferente-... debe ser una bodega nueva. Suele traer siempre una botella
nueva siempre que viaja a Marsella-... No ha perdido esa costumbre -
vuelve a beber del vaso, hasta dejarlo vacío- Me imagino. De tí
no esperaría que bebieras más que ginebra y eso si estas en un banquete, no
tienes cara de .... - se talla un ojo, un poco incomodo-
Mu¦ -Se mordió el labio inferior, para ahogar una risa, carraspeó
de nueva cuenta y dejó su vaso sobre la mesa que tenía enfrente, se puso de
rodillas en el suelo y, así se acercó a espartano hasta quedar frente a él.- ¿Estás
bien, Milo? -preguntó con capricho, y una falsa expresión de preocupación.-
Oh, sí, Camus me advirtió que era más fuerte, pero por los
Dioses que creí que ya lo sabías... -le levó una mano al
rostro y comenzó a --
Mu¦ --acariciar su frente, retirando el flequillo azulino de su
hermoso rostro mientras veía como poco a poco se perdía.-
Milo¦ .... seguramente es el
sol - negandose a aceptar que aquel vino definitivamente habia
superado incluso la capacidad de su veneno de disolver las toxinas. Se dejó
hacer unos instantes antes d eponerse en pie- Es solo que no he
comido aun y el alcohol ha caido de peso. Me bastara con lavarme la cara. -Sonrie
con gesto perezoso- Te importa si uso tu baño?
Mu¦ Por supuetso que no, es más, permíteme ayudarte
-gimió apresurándose a ponerse de pie-, creo que te ha afectado,
lo siento, venga, apóyate en mí -se puso de espaldas,
ofreciéndole su cuerpo como apoyo-.
Milo¦ No, no, deja... no
pienso parecer un novato cualquiera - palmea sutilmente la
espalda del lemuriano y anda un poco a traspies-... Joder, Camus,
me tendras que decir donde compraste algo tan bueno...
- rie entonces, sin razón aparente hasta dar vuelta a los lavabos. No pasó
mucho tiempo antes de que se escuchara un ruido seco mas al fondo del recinto.-
Mu¦ "Camus, Shaka; es la hora"
-recibió las palmadas y se apartó, sin preocupación alguna.- Ve,
adelnate, Milo... Si necesitas algo, estaré afuera del baño, vamos, te sigo... -puso
ambas manos al aire, como para que éste comprobara que no le tocaría... aún.-
Camus¦ -Suspiró profundamente tras recibir
el llamado y, se puso de pie, estirando el cuello, adeando la cabeza, una y
otra vez. Abrió los ojos y, solo se limitó a asentir, creyéndose impaciente
pues, no podría esperar más-. Allá vamos, Mü.
Milo¦ ((- el telón cierra unos instantes
para dar paso a la siguiente escenografía-))
Camus¦ -Le sorprendió un profundo bostezo
que emitió de camino a la puerta, y los labios comenzaron a temblarle. Antes de
abrir, se detuvo ante la misma, apretó los puños y también los párpados, cuando
reaccionó, cayó en la cuenta de que sus manos estaban húmedas, y había nieve
alrededor de sus pies.- Camus du Martignac, contrólate... "francés"
-sotó una risa un tanto desquiciada al imitar al espaartano, a la perfección-.
Camus¦ (-Se cierra, sí.-)
_Shaka_¦ -Enarcó ambas cejas: ya todo estaba
listo. Se levantó de su posición y siguió en silencio al francés sin dejar de
esbozar una sonrisa. Se daba comienzo a un plan que ya tenían pensado y estaba
satisfecho por ello-.
Milo¦ ((- se abre el escenario. Este, más
oscuro, iluminado apenas por una antorcha a cierta distancia. Algunas figuras
se ven en el mismo y se escucha vagamente el sonido de cadenas-))
_Shaka_¦ (ya puej)
Milo¦ - Arruga los párpados, al sentir
como si un pa rd egrandes pesos le estrujasen el craneo, en una tremenda
jaqueca.-....nnngghh... - jadea al percibir cierta tension
en los brazos y el frio del muro contra su espalda- ...¿donde...?
- apenas empezó a farfullar, con la boca reseca y la vista borrosa-
Mu¦ El príncipe de la oscuridad ha despertado por fin
-dijo usando el timbre de voz más amable y dulce posible-; ya
nos estábamos impacientando -sonrió ampliamente-. Espero
que estés cómodo, arreglé todo como te gusta, aunque, creí que si ponía rosas a
tu alrededor sería una exageración.
Milo_Alkaios¦ ..¿...
eh...? - no entendió muy bien lo que estaba escuchando, aunque estaba
justo por reconocer la voz de su interlocutor.-
Camus¦ Bonjour
-se acunclilló al lado del espartano, ladeando la cabeza para verle mejor-... Pedazo
de cabrón.
Mu¦ -Gruñó, siendo invadido por una ira que jamás creyó
experimentar, estaba en contra de la violencia, de la guerra, pero no pudo
más... Vaciló con girarse y darles la espalda a sus compañeros, pero se
encarreró para darle una fuerte pata a Milo en la espalda.-
Camus¦ -Tomó a Milo del cabello, halándole
con fuerza para alzar su rostro y obligarle a mirarlo, clavando su mirada en a
su rostro, como si quisiera escupir de pronto.-
Milo¦ ¿ el que...?
- Reconocio la voz del francés y luego un golpe en mitad de la espalda le
arrancó un aullido de dolor, para luego verse apremiado por el acuariano.
Definitivamente, aquello era algo casi irreal y parecía qeu cada vez entendia
menos.-... Agh... que carajos...?
Camus¦ -Permaneció callado, solo
mirandole, apunto de negar con desaprobación, como siempre, no cien por ciento
de lo que hacía, pero sentía más dolor del que el físico del espartano
experimentaba en ese momento.-
Mu¦ —Ya estoy cansado de esperar. Si sigue adormecido, creo que lo
mejor será es que lo despertemos -dijo con impaciencia,
apunto de baiotear como un chiquillo-.
Milo¦ tch... -
ya tenía clara la vista. Ahora podía fijar sus pupilas de azul turquesa sobre
los puntitos violáceos en la frente de Mü-
Shaka_¦ ¿Creen que gritará?
-preguntó en un hilo de voz, parado a unos metros de sus compañeros, solo
observando en silencio, disfrutando, esperando-
Mu¦ Es posible. Cuando está él solo, es muy valiente. Pero aquí
somos tres... habrá que comprobar si es igual de audaz -soltó
una risa, llenándose de impaciencia cada vez más-.
Camus¦ Yo espero que grite alto
y fuerte -seguía con la mirada clavada en el rostro espartano, más no le
habla de manera directa, sino al otro par-.
Shaka_¦ Mü, pensaremos que te
gusta hacer sufrir a Milo -deshizo el nudo de sus brazos y dio un paso al frente-.
Mu¦ Pero si eso es lo que mejor sabe hacer él: hacer sufrir a los
demás -buscó al rubio con la mirada, creyendo que era el único que se
estaba desesperando, pues le ardían las entrañas, y le confortó ver al rubio
acercarse a ellos-.
Camus¦ Sí
-finalizó, suspirando.-, so es lo que mejor sabe hacer él: hacer sufrir a los demás -aferró
sus dedos a la cabellera azulina de su ajeno, lo meneó con fuerza y, antes de
ponerse de pie, lo azotó contra el sueño-.
Milo¦ - Mira a su alrededor.Pudo
distinguir a pleno, además de a Mü, al rubio custodio de la sexta casa, junto a
la figura del frances, justo frente suyo. Intentó moverse y el sonido de
algunas cadenas que lo tenian inmovilizado le alertó. Miró interrogante a aquel
trio.-... Me han atado...?
Shaka_¦ -Chasqueó la lengua.- No...
Cómo crees -inquirió con sarcasmo, hasta quedar a un paso de el caballero
de Aries. La mirada que le dedicó a Milo era de profundo asco-.
Camus¦ Creo que, será lo más
cómodo para nosotros tres -su voz sonaba tranquila, aunque en el fondo, no lo estaba para
nada-.
Camus¦ -Sacudió ambas manos, se retiró el
flequilo de la cara, e incluso se pasó toda la melena por la espalda, dibujando
en sus labios una sonrisa que pocas veces había dibujado; una sonrisa que le
hacía sentir como un depredador sediento, como aque que juega con su presa
antes de comérsela.- No habrá salida esta vez.
Milo¦ - Miró el gesto de Camus al
responderle. Se miró a si mismo en una tétrica emulacion de la Cruz de San
Andrés, por la forma en que los grilletes sometían sus brazos y sus piernas, en
una especie de equis humana. Tragó saliva: aquella situación le causaba un
genuino pavor.-
Shaka_¦ -Éste se colocó detrás de Camus,
con los ojos abiertos, apoyó la cabeza sobre el hombro del francés, y entornó
los ojos al mirar al escorpión.-
Shaka_¦ ¿Fue divertido, Milo?
Milo¦ - luego, tuvo de frente al rubio,
que peermanecia junto a Camus, mirando como contrastaba el color de su bella
marca de la Iluminacion con sus relampagueantes ojos celestes. La pregunta
ajena le sacó de su distraccion- ¿el que?
Shaka_¦ ¿Fue divertido?
-repitió, sin moverse de donde estaba, disfrutando de la firmeza del fuerte
hombro del acuariano, sonriendo de medio labio.-
Shaka_¦ Porbarnos a los tres,
Milo -le miraba con cara de paciencia infinita, sin alterarse un
poco-. Te gustaba compararnos luego, según sé.
Shaka_¦ *probarnos
Milo¦ ah..?
- frunce el ceño, sin entender a qué se refería- COmpararlos? No
entiendo de lo que me estas hablando.
Mu¦ -Ese acercó por detrás y le propinó otra patada en la espalda,
sin misericordia alguna.- ¡Sí, compararnos!
-escupió a un lado.- ¿No te reías, hablando de cómo nos comportábamos en la cama? ¿No
te reías pensando en que los tres nos habíamos entregado a ti, el primero?
Camus¦ -No fue difícil darse cuenta que
que el Belier estaba fuera de sí, pero sí fue una gran sorpresa; se apartó
lentamente de Virgo, aproximandose a Aries para tomarlo del hombro y darle un
par de suaves palmadas en el mismo.- No debes preocuparte
tanto. Pues para Milo este día será inolvidable.
Milo¦ AAAGHH!
- arqueó la espalda luego de aquel golpe, dolorido. Sin mas prendas encima que
la túnica de practica, el golpe había llegado certero. Presionó las mandibulas
ante el dolor.-
Milo¦ ...
- inclino la cabeza al frente, luego de aquello. Al escuchar a Camus hizo un
gesto altivo. No iba a permitirse verse a si mismo como una presa, así que
encaró directamente al francés, con gesto de descaro.-
Milo¦ ¿Y que vas a hacer,
Camus? ¿Matarme a gemidos? - sonrió con gesto ácido,
importandole cero si estaba en una posicion poco ventajosa ante sus verdugos.-
Camus¦ -Relampagueó con la mirada mientras
se acercaba a Escorpio con suma tranquilidad. Le arrancó la túnica de un tirón,
volviendo a acunclillarse a su lado y no tardó en agarrarle la entrepierna al
espartano, ampliando aún más su sonrisa, de una manera obscena.-
Camus¦ Puedo inutilizar este instrumento
de mierda -se burló, resaltando su acento francés, como tanto le gustaba
al espartano, apretando su miembro con más fuerza- del
que estás tan orgulloso.
Camus¦ Sólo he de bajar cinco
grados mi mano para que veas las estrellas, y te garantizo que tú serás el que
nos mate a gemidos.
Milo¦ -abrió bien los ojos, ante sus
palabras. No le costó mucho llegar a la conclusión de que todo ese ardid habia
sido orquestado por el francés. Pero si iba a morir, era claro que lo haría,
matando.-
Shaka_¦ -Se acercó a Milo y a Camus,
posando una mano sobre el hombro del francés, sobre el mismo donde había
recargado su cabeza segundos antes y, deslizó su mano por toda la espalda del
mismo, como si pretendiera relajarle de ésta forma, sabiendo que lo
conseguiría.-
Camus¦ -Cerró los ojos, aflojando la mano
que estaba aferrada a la entrepierna de Milo, hasta que le soltó.-
Milo¦ - una vez que se sintió libre,
sonrió más ampliamente. Grave error el haberle permitido aquella ventaja. Habló
con suavidad hacia Shaka-
Shaka_¦ -la larga y rubia melena y llevaba
amarrada, se la pasó por la espalda cuando se agachó y le propinó una fuerte
bofetada a Milo, haciéndole ladear la cabeza, e incluso sangrar.-
Mu¦ -Ante el sorpresivo acto de Virgo, levantó las deliciosas
marcas violáceas en señal de asombro.-
Milo¦ - luego del golpe, alzo la vista,
con un hilillo de sangre en la comisura de sus labios.- Shaka...
¿Haz podido arrancar ya de tu mente todas esas dudas? Menos mal que yo te
arranqué a lengüetadas todos tus prejuicion internos...
Milo¦ prejuicios*
Camus¦ -Giró la cabeza, para mirar al
hindú.- Shaka...
Milo¦
Tus golpes no pueden afectarme, "Flor de Loto".
Milo¦
- sonríe triunfal.-
Camus Te voy a arrancar la
piel a tiras, aunque eso me impida llegar a la Iluminación del Buda -habló
con una ira que jamás creyó sentir, perdiendo el juicio mientras se abalanzaba
sobre el maldito espartano de mierda-.
Mu¦ -Reaccionó a tiempo, apresurándose a agarrar la mano de Virgo
antes de que comenzara a partirle la cara a golpes a Milo.- ¿No
te das cuenta de que eso es lo que quiere? ¡Humillarnos! ¡Humillarnos de la
misma manera que hizo cuando nosotros...!
Camus Mü
- le agarró por el hombro, y le dio un suave empujoncito, negando con la
cabeza, indicándole que estaba bien-, calla... -le soltó y se colocó de
rodillas ante Milo.-
Camus -Le miró fascinado ante tanta
belleza, luchando contra sí mismo para no acariciar el rostro de aquel ser tan
hermoso que lamía su exquisito y carnoso labio que emanaba sangre.-
Milo¦ - pasa la lengua por su labio, roto por el golpe, al ver lo que
Camus hacía prorrumpió en una exclamacion- ¡Por fín entendiste,
Camus! Esa es la posicion que mejor te va! De rodillas ante tu maestro!
Camus -Dibujó una fugaz sonrisa antes de
abrir la boca, dirigiendo su rostro hacia la hombría del espartano, pasando por
alto sus comentarios.-
Milo¦
- no era difícil de notar la excitación en la voz y en el resto del ser del
espartano. Era evidente en su recia figura y en su mirada, adornada con una
sonrisa-
Camus -Ante la sorpresa abrió unos ojos
como platos, no podía creer lo que veía.-
Mu¦ -Sintió un pinchazo en el corazón que a duras penas consiguió
mitigar. Extrañamente, aquello le excitaba.-
Camus Ahora verás
-susurró, volviendo a deleitarlo con su acento frances, entonces sacó la lengua
y se la pasó ligeramente por aquella zona tan sensible, para luego agarrar los
tobillos de Milo y concentrarse.-
Milo¦
- sintió un breve escalofrío en la piel a causa del roce húmedo. Sin embargo
este se vio cortadod e tajo cuando vio lo que Camus hacía. Lo había entendido.
Con furia, trato de arrancar los grilletes de la pared, intentando
desesperadamente, liberarse-
Camus -Enarcó las cejas, tratando de
asimilar, de descifrar lo que estaba pasando. Pero aquella escena le servía
como estímulo, el cual, no le importaba disimular; estaba concentrado en la
oscura melena del frances que, resvalaraba por su ancha y perfecta espalda.-
Milo¦¡Cabrón!
Sueltame o te voy a mostrar lo que es el infierno! ¡Ese mismo que tienes dentro
cuando consigues derretir tu autocontrol! - tironea de las
cadenas,c reando un gran ruido.-
Camus No vas a callarte aunque
te arranque la lengua, por lo que veo... -arrastró las palabras
como si estuviese cansado ya de lo mismo, haciendo rodar los ojos-.
Milo¦¡La
lengua la usaré para lamer tus visceras una vez que te mate, hijo de puta!
- ruge, furioso.-
Camus -Conforme éste le provocaba, la
temperatura de sus manos seguía bajando, y comenzó a cristalizar los grilletes
de los tobillos del caballero del Escorpión. Mirándole con frialdad, con la misma
que estaba usando para inmovilizar su cuerpo.-
Mu¦¿Ca...mus? -algo no le cuadraba, por alguna razón, sabía que algo saldría
mal, y ya había comenzado.-
Milo¦
- intentó de todo: halar, tirar, patear, pero sus piernas se hallaban
congeladas parcialmente por el cosmos ajeno. Sus aguijones, imposibilitados a
causa de los grilletes, sin posibilidad de enfocar un ataque. Inclinó la cabeza
y sus hombros se agitaron, sutilmente. Un sonido conocido resonó, primero leve,
ante los oídos de los captores.- heh... hehehhe....
Camus -Se quedó perplejo de pronto, ante
la reacción de Milo, y más, a notar su erección. Entonces carraspeó, girándose
un poco, avergonzado ante la suya propia.-
Milo¦
- luego, la excitaciond el cuerpo, presente y a la vista de los verdugos, acompañada
de una tremenda carcajada-
Milo¦
HAHAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!
Camus Ehhh...
-suspiró, y se levantó, hizo una seña a Shaka y otra a Mü, llamándolos aparte,
meneando un poco la cabeza, consiguiendo retirar los cabellos que le tapaban la
vista, oyendo las carcajadas del espartano.-
Milo¦
- luego les mira con fingida pena, hablando soeces-...
No me dejen aquí solito... miren que es un desperdicio si no juegan conmigo...
Camus¿Qué parte prefieren?
Mu¦¿Parte? -preguntó parpadeando varias veces, como si estuviera perdido.-
Camus¿Parte?
Camus Tenemos su boca, su culo
y su polla. Somos tres, así que... hay para todos -miró de reojo
al espartano, insitando a sus compañeros a mirarle-.
Milo¦
Flor de Loto? ¿Por qué no vienes a consolarme..?
- sigue hablando, intrépido- ¿Pedacito de hielo? Mu, enséñame a
crear una armadura paa eso que encaja tan bien dentro de ti...
Mu¦ Se suponía que íbamos a humillarlo, Camus
-dijo completamente perdido, apenas maquiando las palabras del francés-.
Mu¦ *maquilando
Camus Va a ser algo complicado
de cumplir, Mü. Es tan depravado que podría enseñarle al Dionisio Eleutheros,
cómo reinar en el planeta de las Ménades. Está disfrutando tanto con este juego
que creo que hemos abierto una puerta hacia un mundo dónde él lleva viviendo
desde que nació. Estoy impresionado, si he de ser sincero
-suspiró, volviendo su vista a los caballeros-. Ni siquiera se ha
estremecido por la congelación parcial...
Camus Tiene un cuerpo perfecto
-admitió en un susurro, mirando de reojo al susodicho-.
Mu¦ Eso es innegable, Shaka -asintió-.
Camus Y una boca que merece
ser fregada con piedras -replicó, comenzando a mover una pierna con impaciencia-.
Camus Claro, después de que
nos hayamos cansado de jugar con ella -replicó mirando al
hindú, con una sonrisa-.
Camus Nunca te había visto
sonreír, Acuario...
Camus No suelo hacerlo con
frecuencia -se apresuró a decir para callarlo-.
Camus Pues es una pena
-susurró y se acercó ligeramente a él y, sin más, le besó en los labios-.
Milo¦
- mira aquello y aún tira un poco mas de las cadenas, llamando su atención, o
al menos, intentandolo.- ¿Me van a dejar aquí abandonado? ¿Ya no quieren jugar conmigo?
Camus -Atrapó a Virgo entre sus brazos,
apenas pudiendo a corresponder a su beso cuando volvió a escuchar la voz del
espartano y giró la cabeza para verlo de nuevo.- Los tobillos
tienen que estar matándolo, y sin embargo no dice nada sobre...
Camus Camus... ¿a quién le
importan sus tobillos? -le tomó del rostro con ambas manos, obligándole a encararlo de
nuevo, para llamar su atención, cuando lo logró le soltó, le abrazó y volvió a
besarlo.
Camus -Shaka era más bajo que él, por lo
que éste tuvo que inclinar la cabeza; sus brazos ya le rodeaban, solo tuvo qué
aferrarse otro poco, devolviéndole el beso. Sin embargo, no se quedó ahí, sino
que alargó el brazo y atrajo a Mü hacia ellos, ante la atenta mirada de Milo.-
Milo¦
Oh, dioses... - ve aquello y emitió un suspiro,
quizá placentero. Suficientemente alto como para llamar su atencion.-
Mu¦ -Apenas se unió al abrazo de los caballeros, volvió a escuchar
la voz del espartano, y se volvió para mirarlo.-
Camus -Abrió los ojos de nuevo, con
fastidio, obligándose a ver a la cara del Escorpión, la cual, personificaba al
Dios Baco. Era hermoso.-
Milo¦
- su rostro era una emulación perfecta del dios Baco, pasando la lengua por sus
labios ante lo que tenía delante de sí- Siempre había soñado
conque los tees caballeros mas ardientes de la orden de Athenea montasen una
orgía ante mí.
Milo¦
tres*
Mu¦ Creo que lo voy a matar, Camus... -vaciló con separarse,
pero una mano lo agarró del cuello, la mano fría del recién mecionado que, en
cuanto lo vio, lo atrapó con sus puros ojos azules-
Camus Eso después, Mü, todo a
su debido tiempo -sonrió con falsa dulzura, acariciando su cuello con el
pulgar-.
Mu¦ Hoy le vamos a dar todo lo que su cuerpo sea capaz de aguantar.
Aunque no pueda moverme en semanas, hoy conseguiré de alguna manera que me
suplique que le deje en paz -subió su mano a la cara de Aries,
quien le miraba extrañado, acariciando sus labios-.
Mu¦ *Acuario
Camus Pues no sé cómo vas a
conseguirlo -este le miraba, entre divertido y celoso, solo viendo como Mü
acariciaba los fríos y deliciosos labios del francés-.
Camus Con su ayuda, por
supuesto -asintió, abriendo la boca, para atrapar el dedo del Belier con
la misma, y pasarle la lengua por la yema-.
Camus -Retrocedió un paso.-
Mu¦ -Volvió a levantar las deliciosas marcas faciales a modo de
arqueo de cejas, y entonces la fría lengua del francés le despertó, e hizo que
se alejara de pronto.-
Mu¦ Creo que no me prestaré a este juego
-negó con la cabeza, y comenzó a respirar agitado, mirando al techo,
parpadeando varias veces-.
Milo¦
- sigue observando, entretenido, sin enterarse de la cónclave.-
Camus Vamos, Mü. De ti partió
la idea de drogarlo. De ti partió la idea de humillarlo ante nosotros... es
cierto que no está saliendo tal y como lo habíamos planeado, pero eso no quita
que nos pueda ser útil como experiencia...
Mu¦ Camus, en verdad que me estás dejando muy perplejo
-replicó-.
Camus¿Por qué?
Mu¦ Porque decía de ti que eras frío...
Camus Hablaba de mí cuando
estaba contigo... -pronunció, un tanto perplejo.-
Mu¦ -Se limitó a asentir.-
Camus Típico de él
-escupió a un lado-.
Milo¦
- hace un poco de ruido con las cadenas para llamar la atencion para luego
hacer un ademán con la mirada a su entrepierna, divertido.-
Mu¦ Camus, lo siento mucho... -se apresuró a decir.-
Camus No te preocupes, Mü
-trató de tranquilizarlo, pero era un hecho que, se sentía ofendido-. Nosotros
no teníamos ningún tipo de relación formal, simplemente, cedí a mis impulsos...
Milo¦
- al notarse un tanto relegado, cierra la boca unos instantes, para prestar
atención a lo que alcance a escuchar desde su sitio, intentando no prestar
atencion al entumecimiento de los tobillos a causa de la congelacion.-
VirgoShaka¦
-Su respetable presencia que por sí sola emanaba un magestuoso cosmos se
mantuvo tieso en su lugar pero dirigió una mirada relampagueante hasta el Santo
de Acuario, espetando con suavida aterciopelada en su voz.- De
eso quejaba cuando estaba conmigo, de que no tenías sangre en las venas...
Mu¦¡Shaka! -chilló, propinándole un codazo al susodicho.-
Milo¦
- alzó las cejas al notar la reacción de Mü. Aunque, excitado como estaba,
justo en ese momento seguía maquinando mentalmente en como iba a terminar todo
aquello y no evitó una risa breve-
VirgoShaka¦
-Mu mirada color jade se movió inquieta y con rapidez hasta la de su momentáneo
atacante, con una gélida expresión en su rostro de finas y dulcificantes
facciones.-
Camus -Éste suspiró una vez más,
llevándose una mano a la frente con dramatismo mientras negaba con la cabeza.- A
ver si entiendo -carraspeó-; primero estuvo conmigo
-asintió y desvió su mirada al Belier-, luego contigo y
después -señaló a Virgo- contigo... ¿Estoy en lo
cierto?
VirgoShaka¦
Su*
VirgoShaka¦
Parece ser que sí. - Afirmo con simpleza
en sus palabras.-
Camus Y cuando estaba con
ustedes -se llevó una mano al mentón, entrecerrando los ojos-, se
dedicaba a hablar de sus antiguos amantes.
Mu¦ No -negó con la cabeza-, solo de ti
-acotó con cierta melancolía en la voz, sintiendo que se asfixiaba de pronto-.
Camus -Suspiró, como si aún no estuviese
cansado de hacerlo, como si sus pulmones estuviesen preparados para seguirle el
juego todo el día.- Díganme, ¿alguno de ustedes siente algo más por él además de
desear arrancarle el aguijón?
VirgoShaka¦
-Dedicó una nueva mirada pero esta vez blanda y serena a su compañero de la
onceava casa para luego menear su cabeza de manera negativa,llenando de
neutralidad su semblante.-Sólo es un compañero de armas quea
veces ha estado en mi lecho...
Camus -Asintió ante la respuesta de
Virgo, sin mirarle.- ¿Y tú, Mü?
Milo¦
- hace carraspeos y ruidos con las cadenas, intentando llamar su atención,
quiza inutilmente-
Mu¦ -Bajó la cabeza con gran pesar, mientras un violento rubor se
extendía por sus mejillas.-
Camus No me dirás que
-le miró perplejo, ya sabiendo la respuesta- estás enamorado
de él...
Camus -Se tapó la mano con los ojos,
mientras Aries se quedaba en silencio, y maldijo por lo bajo.- Vaya
problema.
Mu¦ Hey -se apresuró a decir, alzando la mirada de nuevo, sintiendo
como de pronto el estómago se le aflojó-, pero ustedes continuen..
Camus Ah, joder
-negó con desapruebo-. Mü, bajo ninguna circunstancia tocaré de nuevo a ese degenerado de
mierda contigo sintiendo algo por él. Que quede claro.
Mu¦ Pero él... -apretó los párpados con fuerza- ¡Sigue enamorado
de ti! -escupió sin más, sintiendo cómo el aliento y las fuerzas le
abandonaban de pronto.-
Camus -Enarcó una ceja, quedándose helado
con sus palabras y, no se le ocurrió algo más para decir.-
VirgoShaka¦
-Miró a Mü con completa perplejidad ante lo anunciado, enarcando las cejas y
así moviendo la única tika entre sus cejas.-
VirgoShaka¦
las mismas*
Camus Eso es algo imposible,
quiero decir, lo mío con Milo.
Mu¦ Yo sólo me remito a lo que me decía sobre ti cuando estaba
conmigo.
Camus...lo sabes.
Milo¦
- empieza a impacientarse-
Camus Quizá quería ponerte
celoso -no encontró más palabras para decirle a Aries-....
-enarcó una ceja percatádnose de los movimientos desesperados del espartano y,
le miró de reojo, apretando los dientes, sientiendo que se enfermaba de
pronto.-
Milo¦
Van a tardar mucho? ¡Porque se me va a terminar bajando y luego
tendrán que soltarme para que pueda ir a mear! - gruñó, desde
su encierro de cadenas-
Camus -Creyendo que no podría con todo
eso, cerró el puño diestro con fuerza y, cuando volvió a escuchar la voz del
melio, encajó el mismo con fuerza en su entrepierna.-
VirgoShaka¦
-Adornó sus labios con una amplia sonrisa, más aún se amplió su expresión
cuando observó al maestro del hielo, como si disfrutase de aquél espectáculo
que se montaba ante sus ojos.-
Milo¦
AGHH!! - reprimió como pudo el alarido ante el golpe propinado por el
francés, a quien luego miró con rabia-
Milo¦
CABRÓN!! Despues de eso me vas a tener que indemnizar o darme el
tuyo! ¡PARA LO QUE LO USAS!
Camus¡Cierra esa asquerosa boca de una
puta vez! -gimió histérico, apunto de golpearlo de nuevo, pero se contuvo
de pronto, cerrando los ojos, buscando relajarse de nuevo.-
VirgoShaka¦
-Su gesto se transformó rápidamente en una musical risa que le obligó a
retroceder medio paso, bajando su rostro ligeramente.-
Camus Tu mierda es
interminable, ¿a que sí? -sonrió con burla, y mientras volteaba hacia el Belier, se
mordió el labio inferior.- Mü, ¿hay algo especial que te
gustaría hacer con él...?
Mu¦ -Sabía que su rubor se intensificaba cada vez más,
especialmente después de aquella pregunta.- Yo...
-jadeó.-
Milo¦
Camus. - habló, con voz alta, y serena-
Milo¦
No va a querer montarsela conmigo si estan ahí mirando, francés.
El Bélier es tímido y no cederá, aunque este muriendo de deseo.
Milo¦
- luego del golpe había tomado un momento para recapitular. Al parecer, no era
el quien lo estaba pasando mal.-
Mu¦¿De nuevo te burlas de mí? -preguntó ofendido,
sintiendo sus ojos humedecer de pura rabia. Quiso ir hacia él, pero lamano de
Acuario lo volvió a detener.-
Milo¦
Mü. Dejame decirte algo.
Milo¦
Con franqueza, puedo decirte que eres el más dulce de los
amantes que he tenido. Sabes valorar el placer ajeno mas que el tuyo propio y
el haberte conocido significó mucho para mi.
Milo¦
- hace un ademán, cincero.- Lamento mucho no haber podido estar
a tu altura. Lo siento de veras.
Milo¦
sincero**
Mu¦¡Basta! -chilló de nuevo.-
Camus -Acarició con dulzura el hombro de
Aries antes de soltarle.-
Camus No, ha dejado de
sonreír. Creo que está hablándote en serio.
Milo¦
Si me sueltan aguantaré lo que quieran hacerme, sin quejas.
Gritaré, si eso te satisface, Mü.
Mu¦ No te creo -replicó indignado, con los ojos apunto de estallarle-.
Camus Shaka
-interrumpió, aclarando su voz-, sotémosle... Creo que es
tiempo de dejarlos a solas.
Camus *soltémosle
VirgoShaka¦
-Tras soltar un suave suspiro entre sus labios que se vio interrumpido por las
palabras del acuariano.- ¿Eso dignifica que nos vamos... juntos?
- Dijo en un murmullo, como en un tono de confidencialidad.-
Camus -Se limitó a asentir, avanzando
lentamente hacia el rubio.-
VirgoShaka¦
-Su sonrisa amplia parecía como un fulgor en su rostro radiante mientras
observaba a su compañero de armas aproximarse.-
Camus -Aquella hermosa y seductora
sonrisa, le provocó un intenso escalofrío en la espalda, obligándole a
arquearla aunque, trató de disicularlo. Le dedicó una mirada pícara a Virgo y
estiró una mano hacia éste.-
Milo¦
- esperando a la resolucion del asunto, sin perder detalle de la mirada del
lemuriano. Desde que dijo su última frase, sus labios permanecieron sellados.-.
Mu¦ -Suspiró, pasando por alto la situación entre Camus y Shaka, al
fin se dejó caer de rodillas frente a Milo, y se apresuró a desatarle con
impaciencia.-
VirgoShaka¦
-No tardó más de un segundo, el hindú de pulcros y elegantes movimientos estiro
su diestra para alcanzar la aeja y cerrar aquellas delgadas falanges sobre las
del francés, devolviendo una mirada idéntica pero jalándole de improvisto para
dejar al lemuriano y al griego a solas.-
Milo¦
- esperó pacientemente a ser liberado, para masajear sus propios hombros,
muñecas y tobillos. De cuando en cuando miraba a Mü, aunque se habia tomado su
tiempo para volver a hablar. Mas bien, esperó a que el frances y el rubio
desaparecieran del sitio.-
Camus [Narrador: Era hora de que los
árboles de sal se cubrieran de preciosos copos de nieve. <3 (?)]
Milo¦
((- se cierra el telon-))
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